viernes, 14 de enero de 2011

Cuando el destino sorprende


Ultimo día en Margarita. 7:30am ya despierto y con la agenda llena de tareas para hacer antes de salir para el aeropuerto. Enciendo el twitter y comienzo a ver los mensajes de siempre..."buenos días...", "...Chiave dijo...", "..el clima en la capital estará feo...", "..el Chiguire..."...y de pronto el twitt que nunca deseé leer, "...fallecieron en trágico accidente aéreo y sobrevivió una persona..". Que noticia tan terrible, que inicio tan trágico para un año que apenas deja ver algunos días, pobre familia, pobres de los que se quedan aquí sin los que fallecieron. Mas abajo, pasando mi Timeline mi sorpresa es aún mayor. Me detengo. Vuelvo a leer. Releo y mi asombro pasa a lágrimas. Me paro un momento y vuelvo a leer tentado a haber pensado que estaba equivocado o tal vez dormido en una horrenda pesadilla. Mi sorpresa es real, es horrible, me retumba en mi cara y en mis manos. Paso al cuarto y despierto a mi esposa y le cuento, su asombro es igual al mío. No lo podemos creer.

En efecto, la tragedia pasa a ser mas real cuando te enteras de quienes son los afectados. Said, mi amigo del colegio, su esposa y una de sus pequeñas hijas fallecieron al caer el avión en donde viajaban de regreso de vacaciones. No fui nunca cercano a él durante el colegio, quizás durante el reencuentro de nuestros 20 años de graduados se estrechó una amistad como muchas otras que establecí con otros de mis compañeros de graduación después de ese glorioso y caluroso evento. Sin embargo, no era necesario ser mas o menos íntimo de él para tenerle respeto y cariño a alguien quien en la última oportunidad en la cual conversamos estrechó su mano y me invitó a vernos mas a menudo pues sentía mucha simpatía por mi.

¡Dios! que tragedia tan triste. Que sorpresa tan desagradable. No se como entenderla, no entiendo como descifrar esta decisión del destino y de Dios. No sé si soy yo solo el que se encuentra tan movido y afectado por esto, estoy seguro que no, pues quienes no lo conocieron se lamentan profundamente por lo sucedido.

En este momento no se que aprendizaje tiene lo sucedido para todos los que se quedan aquí en la tierra. Todavía tenemos la herida demasiado abierta para poder interpretarlo. Pasarán meses o tal vez años mientras "cogemos mínimo" e internalizamos lo sucedido.

Lo único que me sorprendió positivamente, si es que hay algo positivo en todo este asunto, es ver con mis propios ojos como un río de gente cubrió el lugar en donde despedimos a Said y su familia. Todos tristes, impresionados, queriendo que esto fuera una pesadilla multitudinaria de la cual todos nos despertáramos de un solo golpe y pasara rápido.

Tenía que escupir todo lo que sentía porque así me lo recomendó una amiga quien perdió a su papá hace muchos años. Esto le sirvió para drenar, para compartir y para tratar de sanar una herida que tardará mucho en sanar. Les sugiero hacerlo, así sea que al final cuando lean lo escrito no tenga sentido, lo importante es que esto tenga sentido para el que lo escriba, lo demás es cuento de camino.

Por último y como reafirmación de algo que siempre he determinado como guía para vivir...no me importa sino la seguridad de mi familia y yo, nuestra salud, un poco de prosperidad que se gana con trabajo y poder estar siempre unidos.

Que Dios tenga a Said, Edith y Clarissa muy cerca de El. Que nos ayude a entender aunque sea un poquito lo que pasó. Y que le de mucha fuerza a Samantha para poder vivir en paz y con entereza.